DISFRUTA DE LA NATURALEZA CON FAMILIA Y AMIGOS
La parroquia de Miguel Egas Cabezas, se encuentra ubicada en el cantón Otavalo, provincia de Imbabura a 2 km de Otavalo y a 92 km de la ciudad de Quito capital del Ecuador. Su ubicación es estratégica por encontrarse junto a la panamericana norte que conecta a los grandes polos de desarrollo de la zona norte, con la capital.
Las principales actividades económicas que se dedica la población son: manufactura, agricultura, comercio. El sello de identidad indiscutible de esta parroquia es la producción de artesanías y el comercio de las mismas a diferentes partes del mundo.
Posee un tramo vial que conecta a las comunidades y barrios de su jurisdicción, y por supuesto a los diversos poblados del cantón y la provincia. Posee un ícono natural y cultural que es la cascada de Peguche, zona declarada como área protegida y de conservación, así como lugar de ceremonias y baños rituales.
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Datos Relevantes
EL PAILÓN DEL DIABLO
La leyenda principal que guarda la Cascada de Peguche es que “en su interior existe una cueva, en donde se encuentra una paila llena de oro. Esta paila está custodiada por dos perros negros y a un costado de la misma está sentado el diablo con un plato de arena, que intercambia por la paila de oro; a diario va desechando un granito de arena y cuando se termina se lleva el alma”.
Nuestra Historia
Según algunos historiadores en el área de la parroquia habitaron los Imbayas, Otavalos y Caranquis, conocidos por su resistencia a la conquista Inca. Al llegar los españoles, Otavalo estaba poblado por muchas tribus, quienes para defenderse de los invasores se vieron obligados a migrar hacia otros lugares más apartados y comenzaron el asentamiento de grupos formados por varias familias.
Trabajaban en los obrajes, que consistía por una parte en tareas agrícolas, ganaderas y la manufactura textil donde elaboraban ponchos, bufandas para los amos, las mujeres se encargaban del lavado de la lana, hilado, tejido y confección; todo eso era como pago del tributo al pequeño huasipungo que tenían.
Con la tecnificación textil y la ampliación del comercio la comunidad fue creciendo, por lo tanto fue necesario un reordenamiento territorial; es decir que en las tierras antes usadas para la agricultura, ahora son ocupadas para las viviendas, para ampliar la cadena productiva.
En cuanto a su jurisdicción administrativa, Peguche tuvo que luchar para ser reconocido como parroquia, pese al vertiginoso crecimiento no sólo demográfico sino también económico, no fue fácil su reconocimiento.